lunes, 4 de mayo de 2015

E-commerce: compra rápida y segura

Si no la razón de ser, uno de los grandes objetivos que persigue el comercio por Internet es que el usuario puede comprar desde la comodidad de su casa u oficina. Ahorra tiempo, garantiza la compra de su producto y hasta la entrega a tiempo, cuando de un regalo o algo urgente se trata.

En definitiva, las fronteras dejaron de ser un obstáculo. Uno bien puede estar en Japón y el Día de las Madres garantizar que su progenitora reciba, en la puerta de su casa, un queque o un ramo de flores.


El comercio por Internet (E-commerce en inglés) casi es un campo virgen en Nicaragua. Es más, sólo se ha usado el modelo tradicional de este tipo de ventas, que es cuando le llegan a dejar el producto a la puerta de su casa.

Esto no descarta que en futuro no muy lejano, otras empresas decidan utilizar el estilo que ha implementado IBW, que en alianza con una empresa de cines, venden boletos por Internet a menor precio que en taquilla. Eso sí, el cliente debe ir a retirarlas a las oficinas de IBW.

También es probable que cuando en Nicaragua alcancemos mayor desarrollo cibernético y tecnológico, se pueda lograr lo que en Estados Unidos, donde muchas veces las ventas por Internet se relacionan con precios especiales.


Pocas son las empresas que han instalado una tienda virtual, quizá no porque subestimen esa forma de hacer comercio, sino porque las condiciones aún no se desarrollan lo suficiente.


Generalmente, las empresas que han instalado sus tiendas virtuales en Nicaragua son aquellas que no se sienten amenazadas por compañías extranjeras. Ese sería el caso de Eskimo, por ejemplo, pues nadie pretende mandar a traer un queque helado desde los Estados Unidos ni de ninguna otra parte del mundo.


Rydder Fong, coordinadora de mercadeo de la empresa IBW, explica que un factor importante es el bajo número de clientes potenciales que tienen acceso a una computadora e Internet.


En contraste con el 66% de estadounidenses, menos del 1% de los nicaragüenses tienen acceso a esta tecnología. Quizá este mismo elemento sea el que impide el desarrollo de una cultura cibernética de compra en Nicaragua.


Servidor seguro 


IBW, empresa pionera en el campo del E-commerce en Nicaragua, adquirió un servidor seguro y un software de inscriptación que se llama PGP y tiene 128 bits, indicó David Aragón, webmaster de la empresa.

Corporación Roberto Terán:


Una experiencia pionera


Aunque la manera de trabajar de este software es muy sencilla, igualmente es segura. El cliente, desde su pc, entra al sitio de la empresa, donde encuentra un formulario con los datos del cliente y su tarjeta. Esto pasa por el servidor seguro de IBW y llega a la pc del proveedor, quien lo recibe en un formato de correo electrónico codificado.

Este correo codificado sólo el proveedor lo puede abrir, con su respectiva palabra clave. Así, si por desventura alguien intercepta este mensaje en el camino, no podrá obtener la información pues va codificada. De hecho, aunque ese correo pasa por el servidor de IBW, nadie puede saber lo que dice, dice Aragón de manera categórica.


Agregó que por el momento Credomatic es la única tarjeta de crédito que le permite a las empresas vender sin que el cliente firme el boucher, por lo que prácticamente se vuelve un requisito que las empresas firmen contrato con Credomatic a la hora de abrir su tienda virtual.


Este es sólo uno de los requisitos para instalar una tienda virtual. También se necesita tener un PBS de Credomatic, una página web y, si lo desea, adquirir su dominio virtual.

Algo fundamental es tener una buena red de distribución y cobertura, determinar el mercado que se puede atender y, por supuesto, hacer publicidad al sitio para que la gente sepa que existe, lo visite y de esta manea cautivar clientes virtuales.

Aunque diversos empresarios, acostumbrados a viajar y a tener acceso a las facilidades que la tecnología les brinda para transar sus negocios, no temen comprar por Internet, sí se reconoce que existe un riesgo -aunque pequeño- de que haya problema.

Nadie es inmune al fraude

Algo bien importante con relación al fraude es que el cliente generalmente nunca pierde, sino que la empresa proveedora. Por tanto, las empresas que desean hacer comercio por Internet deben realizar sus propios cálculos e incluir un posible porcentaje de pérdidas en los costos, tal como es la usanza en Estados Unidos.

Fong supone que el grado de fraudes cometidos en el mundo es mínimo, porque de lo contrario las empresas no se arriesgarían a vender sus productos vía Internet. Es más, los funcionarios de IBW aseguran que, al menos con esta empresa, en la transferencia electrónica no hay riesgo debido al servidor seguro.


No obstante, se debe ser muy cuidadoso con el uso de la tarjeta de crédito, porque realmente nadie está inmune a un fraude, sobre todo si se toma en cuenta que en algunos establecimientos, a la hora de pagar, la tarjeta no está a la vista del propietario, a quien no le queda más remedio que confiar en la buena voluntad y honradez de la persona que momentos después llega con tarjeta y boucher en mano. En ese breve instante pueden haber plagiado los datos de tu tarjeta, dijeron.


De igual manera, se recomienda fijarse bien con qué empresa se está realizando la transacción comercial, sean flores, zapatos o cualquier producto y servicio que se esté adquiriendo. La compañía que tiene su tienda virtual debe ser seria y, preferiblemente, reconocida en el mercado.


En este caso, Fong asegura que IBW sólo es un ISP (en inglés, Internet Service Provider), que en español quiere decir Proveedor de Servicio de Internet. El servidor, por no tener acceso a la información, no puede maniobrar con ella; (Pero) los clientes deben tener cuidado con sus datos personales y no brindarlos de manera libre por Internet.


Recordó que hay quienes andan a la caza de los datos de los clientes por Internet para luego realizar fraudes o, simplemente, los recopilan y luego los vende a quienes ofrecen cualquier cantidad de productos por esa vía. Citó como ejemplo las famosas rifas de dinero, en las que los usuarios literalmente jamás ganan. A veces te llegan cantidades de ofertas y vos no sabés cómo obtuvieron tu dirección electrónica, tal vez en días pasados te anotaste en unas de esas rifas o continuaste una cadena, sugirió Fong.


Finalmente, recomendó que los usuarios busquen reconocer si la empresa que ofrece sus servicios o productos por Internet utiliza un servidor seguro. Esto es fácil de determinar con sólo observar el protocolo de la dirección virtual, el que siempre comienza con http y, si tiene un servidor seguro tendrá una letra s al final, por lo que el protocolo será https.



La Corporación Roberto Terán ha jugado una doble función en el comercio electrónico: la tienda que vende computadoras y accesorios para las mismas -Compumax- ya tiene un sitio virtual, es decir, vende por Internet. Por otro lado, está el departamento Teranet, que ofrece servicios de Internet y, aunque pertenece a la corporación, es independiente, explicó Rodrigo Navarro, vicepresidente del área tecnológica de la empresa.


Teranet nació como una solución interna. La Corporación Roberto Terán necesitaba una solución rápida a sus problemas de comunicación vía Internet; posteriormente decidieron ofrecer servicios de Internet de manera comercial.


Actualmente cuenta con dos clientes: Compumax y Tiendas Kodak. Sin embargo, Navarro asegura que están en pláticas otras empresas que desean abrir una tienda virtual por medio de Teranet.


El problema, dice, es que en Nicaragua no existe una cultura de este tipo de comercio. Los empresarios no lo ven como una necesidad de expansión de ventas puesto que con relación a la cantidad de gente que acude a los establecimientos físicos. Es poca la gente que se aventura a comprar vía Internet, aseguró.


Por otro lado, uno de los inconvenientes a la hora de ofrecer un sitio virtual es que las empresas creen que con crear el sitio ya finalizó todo y el comercio virtual va más allá, aseguró Navarro.


Explicó que las empresas necesitan instalar un programa que les permita actualizar sus inventarios para que no exista un desfase entre lo que se ofrece en la tienda virtual y lo que hay en la tienda física. Es decir, si el sitio de Internet no se está actualizando constantemente y conforme a los inventarios que mantienen en la tienda tradicional, el cliente puede tratar de comprar por Internet algún producto que a lo mejor hasta ya se agotó.




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